Te amo.
Porque con tu zancada de oso atenúas el color de los edificios encementados que recuerdan a la muerte.
Porque con tu voz imprudente conviertes a las masas en necios felices.
Porque de cerca solapas la cordura.
Porque susurras secretos indecentes.
Porque eres lluvia en abundancia, terroríficamente inenarrable.
Y te adelantas a mi abandono
justo antes de que me disuelva
eternamente.
justo antes de que me disuelva
eternamente.