Perdóname por mis palabras.
Busco la sencillez en los gestos, el remanso de las caricias tenues. Pero el deseo me golpea fiero lamiendo esperanzas de una existencia que jamás contemplaré.
Tú sabes cuánto te quise a veces y cuánto te odié mientras te amaba.
Por eso te hablo así. Que es como hablarme al oído.
Para cumplir lo imposible empieza por sentir que es posible... Nunca me gustó la palabra jamás. muaks
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