"Sé que ese azul radiante que lleváis en los ojos
es un cielo pequeño con un oro dormido" Vicente Aleixandre

martes, 29 de mayo de 2012

CANTO A LA VIDA…
CON TODOS MIS RESPETOS

Sepan  ustedes, que ya lo saben, que la muerte no deja tregua. Aún observo cabizbaja el sinuoso movimiento de los hombres. Sí, sí, no creo nunca comprenderles en su medida simulación de seres-sombra, si existiese… Dejen de intentarlo: se les ve; y da igual que uno aparente no enterarse, ya cultive sus frutos en un jardín privado o a vista de todos; si su dedo tenue y firme en maldad, consigue encontrarle, que lo hará..., punto y final a cada historia. ¿Y después?
Vaya.., qué desencuentro éste…, habrá que besar hasta saciarse, beber vino, deambular por calles desconocidas y sorprendentes, amar siempre el amor, de cualquier modo, perdonar, errar, errar, errar…, hasta que a uno no le quede aliento para preguntarse qué hubiese pasado si hubiéramos vivido plenamente.
Elijan muchos lugares, Benedetti, elijan arte, Sábato, elijan la cadencia en calderón, Mozart, los colores, los olores, blanco y negro, jazmín, chocolate... Lo más manido déjenlo para mañana y horaden la conciencia del instante. Coman con Rilke, al menos, una vez, rían con Sancho unas cuantas, recuerden con Proust, con Freud… Orínense sin circunloquios con Rimbaud ante los intelectos que presumen de rancios, hablen en voz muy baja con los maleducados, a ver si así se aburren y se duermen.
Tenía un miedo irracional a que no cayeses en la cuenta de todo esto.
 Digan todo aquello que no supieron por torpes (nunca es tarde), enlacen las manos ahora...
Réquiem vívido por esas pisadas certeras del momento, que resoplen otros de cordura: no tú, no tú.
No yo.

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