"Sé que ese azul radiante que lleváis en los ojos
es un cielo pequeño con un oro dormido" Vicente Aleixandre

domingo, 4 de diciembre de 2011

Rapsodia química

…Entonces llegó el invierno. En el piso de arriba seguían escuchándose los ruidos de humanos en esa existencia-neutra-XXI: voces con distintos acentos, una pelota rodando y deteniéndose justo al quinto golpecito irresistible, tacones, mesas, niños… Sinfonía fin de siglo. Fuera, en las aceras, seguían desparramados por el suelo los restos de basuras (entes incompletos que no querían irse, por algún estúpido motivo, al lugar que les correspondía). El aire frío. Los animales domesticados aporreaban las puertas con ademanes indómitos. El pasado a la inversa. Pasmados ante probetas, los científicos admitieron el desconcierto, la perplejidad del año cero.

52 comentarios:

  1. Discúlpame por adentrarme en algunas palabras inmarcesibles hasta el origen de su nacimiento (Te invito igualmente a perderte por Ninive,y si ves que algunas entradas tienen colores difíciles de leer es porque no hace mucho el blog tenía el negro como color de fondo pero no me ha dado tiempo a modificarlo todo:))
    Y es curioso pero aunque vaya hacia atrás en el tiempo, viajo hacia adelante ya que vengo del otoño y me encuentro con el invierno. Un invierno que al llegar se encuentra un paisaje que me es familiar, un mundo ciego que hace oídos sordos al sonido del compromiso, de la indignación, de los momentos perdidos.

    Seis segundos mas :)

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  2. Nunca aprendí a volar,pero estuve unos días en Vinci,visitando la casa de un genio que creyó que volar era posible. Y aunque construyó máquinas persiguiendo esa ilusión supe que si dábamos a cada momento sus palabras estas nos harían volar allá donde quisiéramos ir!
    Si vamos uniendo puntos con renglones trazando durante el día un mapa de momentos hallaremos tesoros mágicos.

    Un abrazo 6s!

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    1. Termina el último mes del mas hermoso invierno. Y tal día como hoy, la impaciencia me invadió tachando los días en el calendario hasta el momento de la partida a Vinci, pero esta ha desaparecido, y agosto dejó de acercarse, de alejarse, es como si el tiempo secase su marcha y el camino no tuviera ya barro sobre el que dejar huellas.

      Tal vez haya aprendido a volar sin darme cuenta, ojalá supiera construir, crear momentos mágicos, pero solo sé escribir sueños.

      Con tu permiso, un abrazo

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  3. Creo que buscaban sin saber siquiera lo que es. Buscaban escapar de guiones y jugar al escondite con el destino. Buscaban lo que precisamente esa canción, cuando suena sobre el silencio del campo de concentración, contenía,un momento de libertad.

    Un abrazo...de seis segundos

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  4. De pequeño se me caían las cartas cuando quería hacer un truco de magia, y hoy en día casi que me sucede igual con las palabras. Siempre termino recogiéndolas y bajo la presión del último momento improviso una historia. No, nunca fui ni seré mago :) Mas bien un torpecín falto de constancia y con mucha suerte.

    Un abrazo de tiempo

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  5. El invierno sigue sin llegar, al menos por estas latitudes, pero en cambio ello ha hecho que el almendro adelante su floración, que las verduras no se congelen, y que la tierra se reseque.
    Es 2012, y como en un año terminado en 12 otro navío con la soberbia por bandera naufragó con sus cuatro mil pasajeros. Antes fue en las frías aguas del Atlántico norte junto a un iceberg, ahora en las cálidas mediterráneas junto a una isla.

    Deberíamos hablar mas con la naturaleza, me apunto a esa conversación fuera de lo común.

    Un abrazo de seis segundos...

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  6. Miro la noche, extrañamente nítida, tanto que uno tienta de alzar la mano y pulsar en una estrella como si de un botón digital se tratase. Miro la noche, ella sabe muchas cosas que el día olvida, y en un proceso similar a la fotosíntesis transforma todas esas cosas en momentos para escribir o soñar.
    ¿Sabes? Puede que si se traza, con esa tiza mágica, líneas sobre ella que vayan uniendo las estrellas aparezca un sendero oculto, tal vez lleve a un lugar de bosques verdes y soleados.

    Transcurren seis segundos de un abrazo

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  7. Para mi fue, aunque parezca un lenguaje rescatado de épocas pretéritas, un honor ese momento en el que nuestros relatos eran parte de una misma historia. Volví a leerlos y me imaginé al joven, sintiendo, escuchándo la voz de su conciencia debatiendo su venganza, y fue, ya te digo, un momento maravilloso. Gracias por tu osadía :)

    Creo que el puente parte de un sendero escondido del bosque, donde el talento y las ganas de vivir tienden un puente invisible que llevan allá donde la vida tiene sentido.


    Un abrazo de esos segundos, siete, ocho... que lo cruzan

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  8. Un libro, uff eso lo veo como un sueño tan lejos de mi alcance que antes que tuviera lugar podría resolver la ecuación del tiempo de Einstein :) Me falta constancia,disciplina,escribo momentos en el pensamiento,en los lugares mas variados, en un descanso de distracción en el trabajo, o aguardando a que un semáforo cambie de color, o dentro de esa nave espacial llamada ascensor pilotada siempre por mudos :), etc, pero cuando los llevo al papel (jaja sí, soy de los que lo pasan al teclado desde una hoja escrita a mano) todo está cambiante, el leve movimiento de la cortina, por ejemplo, ya cambia la trama o el escenario, y he de escribirlo esn ese instante o ya me es imposible. Demasiado caos creo para el orden de un libro.
    Pero soy así, un caos :) No sé donde estará, pero perdido por el blog capturé hace tiempo un momento similar al de las dos flores, y sucedió en la mesa de la cocina, al ver a dos melocotones juntos. Aquella imagen me hizo imaginar que uno le estaría susurrando al otro "¿me_lo dices?"
    Acabo de leer tu relato, y no sé por qué pero lo situé en París, y me llevó a esa foto que tengo en el blog de una mesita en Montmartre con el café, y de bso la música de un violín, y no pude sino realizar un gesto de sorpresa a medida que lo leía mientras en mi mente volvía a repetirse esa extraña relación entre nuestros relatos.

    Si tú has publicado lo compraría sin dudarlo siquiera seis segundos, sino o si sí seguiría esperando al siguiente relato, donde quiera que quede ese lugar.

    Un abrazo de música, de palabras, de silencios?

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  9. Es esa la mesa, y está en París (la tengo de poster en la pared) y sobre los adoquines de la calle aun luchan los últimos charcos con el sol por no extinguirse.
    Creo que la misma melodía escribe el camino que dejé de buscar, porque me hallo en el, y lo sigo antes de que se extinga como un sueño. Violines de hojaldre van rasgando los días mientras la música me lleva al lugar mas hermoso del bosque, donde ella habita

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  10. Ella, la música de tus palabras que no deseo que se extingan, es a quien sigo por ese sendero de presencia invisible, pero que a cada día que pasa da mas sentido al misterio de este bosque, de sonatas perdidas, de violines errantes, de un lugar tal vez mágico.

    Un abrazo que llegue por ese camino hacia ti

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  11. Hoy sucedió algo extraño, o no si tu relato se convirtió en una ventana a la que me asomé aguardando el momento de llegar a casa y.. (si acaso mas que extraño fue un agradable imprevisto, porque casi que me vi usurpando el sitio del protagonista mirando al día como un largo camino por el que temía ya no volvieran tus palabras) ..y ahí estaban y es tan pequeñín ese tiempo que pasa mientras la pantalla va abriéndose hasta que las veo que es cierto que la felicidad puede caber en un instante infinito.
    Sabes? Mi viaje a la Toscana tuvo un lugar donde descubrí que era volar. Se llama Vinci, y sobre una colina una casita, de tan solo cuatro paredes, sobre ellas miles de letras y números, ecuaciones y dibujos; y una sola ventana entreabierta. Me asomé a ella y desde ese instante no solo entendí a Leonardo en su afán por volar, sino que supe que el mismo hecho de vivir era un cielo de momentos por los que volar. Y doy cuenta que desde que llegué a este invierno sobrevuelo por un cielo de palabras y melodías.
    No es imposible hacerlo entre asfaltos, humos, cables, crisis, guerras, y al mismo tiempo entre baladas, sueños, caminos, bosques azul....lado, yo de hecho lo estoy haciendo.

    Te regalo ese momento, estarán pared con pared.

    Seis segundos hace que me adentré por ese camino

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  12. Recuerdo que un dieciséis fue el día en que las palabras mudas y solas dejaron de serlo, y mañana harán dieciséis días de aquello. No sé si alguien habrá escrito un libro titulado Dieciséis días de invierno, pero sus páginas la estamos escribiendo.

    Un abrazo in crescendo

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  13. No sé que fue, pero cuando ya me resignaba a que sería mañana cuando al terminar la jornada volviera a saber de ti, algo me hizo volver sobre mis pasos y sonreir, resquebrajar la gélida noche con el calor de tus palabras y a escasos segundos de que febrero entre por el reloj guardar este enero en ese lugar mágico.
    Ojalá siga esa mesita allí, donde la foto la atrapó, y ese libro siga abierto escribiendo estas páginas.
    No sé si será por la pequeña cascada, o por silencio que reposa sobre los abetos, o el olor de la retama en flor que bordea el camino, pero viene a mi mente un viñedo, no lejos de Siena, escoltado por los enormes torreones de San Gimignano, y es como un cuadro que cobra vida, sin tópicos, ni siquiera sin pretextos, a cada verso que escribes..

    Un abbraccio in crescendo

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  14. Las interrogantes nos acechan durante el día, como ecos errante que surcan el pensamiento y llenan cada momento con la inquietud, mejor dicho la emoción, de cada tramo del camino que, ya atrapado en el, no dejo de recorrer.
    Y no pude evitar, tampoco quise, la tentación de dedicar este momento ausente de trabajo para asomarme en la ventana mas próxima a ti y resolver esa bella inquietud de saber si tenía palabras tuyas, y ahí estaban, ahí estabas tú.
    He de marchar ya, el cielo es de un azul intenso, y el sol parece una gota de óleo amarillo que cayó de algún pincel. Dicen que a partir de mañana llega un frío congelador desde Siberia que podría teñir de blanco las crestas de los montes malagueños. Solo le faltaba la nieve a este invierno ¿haces magia?

    Un abrazo ya inolvidable

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  15. Puede que desconozcamos las formas en que la magia tiene lugar, y que precisamente por serlo no esté alcance de nuestro entendimiento, si que ello evite que suceda, que esté sucediendo. Puede que hagas tal magia sin saberlo, porque mi universo giró hasta mirar al tuyo, porque las palabras que escribo llegan al papel ya escritas en mi interior para ti, tal vez sea magia el que cada fotografía, cada lámina que yacían inertes en las paredes ahora son ventanas a sueños que recorremos por cada lugar donde se hicieron. Tal vez hagas magia cuando inesperadamente el sol se resiste a rendirse ante el frío y luce espléndido entre noticias gélidas que llegan del mundo, tal vez sean tus cartas (hace tiempo, no sé cuanto, que sentí que ya no te comentaba sino que escribía cartas de las de antaño, de las de siempre) las que me dan ese calor. Porque me conociste sin rumbo en busca de respuestas cuyas preguntas desconozco, comprometido con causas perdidas, y agradeciendo siempre mi existencia con la esperanza de que un día suceda algo inesperado que, como a un niño, llene de ilusión.

    Hagas o no hagas magia, está creo que está teniendo lugar, sin dobleces, en un presente tan interminable como inolvidable esos dieciséis días de invierno y los que traen la primavera apenas ya cercana.

    Un abrazo con aromas de té, junto a un libro aun sin terminar

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  16. Ha sido una espera desesperante desde que una parpadeante luz me indicaba que había una avería en la línea. Desde ese momento a pocos minutos mas allá de las nueve, hice todo lo que estaba en mi mano por solucionarlo, pero el resultado no fue mas allá de una respuesta repetida por parte de la operadora "Nuestros técnicos están trabajando para reparar la incidencia lo antes posible" y así una y otra vez, hasta que decidí salir de casa y aquí me hallo,en la mesa del trabajo, escribiéndote estas líneas.
    No sé si cuando regrese a casa tendré ya conexión, pero me alegro muchísimo de la decisión tomada, porque así pude al menos no solo escribirte, sino estar a tu lado mientras te leía, mientras escuchaba tu voz en cada palabra.
    Nunca, te dije, me creía preparado para escribir un libro e inesperadamente me vi escribiéndolo, y tampoco estaba preparado para volar y ahora me es imposible aterrizar. ¿Preparado? La respuesta que puedo darte es que cerré los ojos al adentrarme por este camino de ensueño,y una vez los abra en la realidad seguiré caminando por el.

    Te abrazo

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  17. El tiempo sigue su curso y me hallo entre la incertidumbre de volver a casa y descubrir si la conexión volvió o no, o permanecer un poco mas aquí, como queriendo apurar cualquier segundo ante este espacio que me une a ti.
    Viene a mi mente una melodía, el autor es italiano, Boccherini, y creo que se llama Nocturna por las calles de Madrid. Y sucede, los instrumentos cobran vida y parecen danzar en coreografía de un poema en el que cada día es un verso que escribimos los dos.

    Antes de darle a Publicar, tiró mi corazón de mi y fui ver si me habías escrito. No quería salir camino de casa con la inquietud de si seguía la avería no tener otra oportunidad hasta mañana, que lejos se me hace mañana esta noche. Y que alegría me llevé al ver que tu carta estaba ahí. Me apresuro a enviarte esta antes de que el sueño te venza y con tu permiso te abrazo esta noche.

    Sigo caminando y voy hallando la respuesta, a ti.

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  18. Con apenas seis segundos me cuelo por una rendija de la jornada para que mis palabras lleguen hasta ti, mis palabras, mi permiso, mi pensamiento y este abrazo que ojalá recorra veloz el camino que lo separa de tu presencia, aquella que invadió mis días de la forma mas bella.
    Marcho con la felicidad de saber de ti y con la alegría de un niño que mira las horas para terminar y volver pronto a este camino, cada vez mas mágico.

    Un abrazo envuelto en silencio, detenido en el tiempo, con violines de fondo

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  19. Querida Teresa,

    desde que se abrió este paréntesis, sin que alcance a ver su final, y sin que desee verlo, el tiempo venció al tiempo, las horas perdían sus números y en el horizonte mas cercano estaba la emoción de la que el día me impregnaba, todo adquiría una dimensión de felicidad que devolvía a la vida, desde el desván de los sueños olvidados, sensaciones que creía derrotadas por la vorágine del sistema. Al cual pasé a combatir con aquello que me negaba a perder, la ilusión por escribir, el sentido de la música, la solidaridad (por eso me metí en Acnur) y la determinación de creer en que la magia existe, que la gente es buena y que la amistad es un tesoro. Ello creo en mi una especie de coraza en la que pasaban los días y agradeciendo todo lo que tenía, hacía esa pequeña gran cosa, como cantaba Serrat, que es vivir.
    Pero este invierno escondía algo que resquebrajó tal caos que era mi vida y lo transformó en un camino en el que sin darme cuenta me vi inmerso, atraído, felíz, como tú llegué a el sin buscarlo y no deseo buscar donde termina, sino recorrerlo contigo.
    No tengo mil abrazos, aunque sí pocos amigos pero es lo que tienen los tesoros, que carecen de números y sencillamente son valiosos por si mismos, y tu abrazo escribe tu nombre en las paredes de mi corazón, cada trazo es una carta tuya, y cada día un emotivo escalofrío lo recorre, mezcla de temor ante algo que tan grande me esté sucediendo a mi, y mezcla de un sentimiento que late en el.

    Por fin en casa, abriendo tu carta, escribiéndote la mia, abrazándote

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  20. Noche invernal, cierra el portalón de la casa y camina intentando buscar respuestas a preguntas que desconoce. Mientras camina leyendo los versos de la calle Huertas, la noche danza por las calles de Madrid al son de la nº6 op30 de Bocherini.
    Violines que van dando saltitos por las aceras llaman su atención cuando siente como una sensual viola le invita a bailar. De repente un par de violonchelos se desafían mutuamente, la música va in crescendo, parece como si las farolas en atenta reverencia atenuaran la luz a su paso. Unas mandolinas se unen a aquella reunión. Las palabras no pueden expresar lo que está sucediendo. No se atreve a bailar con el clarinete, duda, mira alrededor temeroso de que su mente le esté jugando una broma pesada. Nada, no hay nadie, tan solo él, la música y… y entonces la vio. Redoble de latidos y ella hace acto de presencia. Toda la calle es ya un inmenso escenario sobre el que un ballet escribe una historia sin palabras.

    Escuchaba la pieza cuando de repente sentí la necesidad de escribir, y sobre folio en blanco, en mi sofá azul fui escribiendo este relato, casi casi que hacía coincidir su cadencia al leerlo con la de la música y créeme, nunca imaginé que esta ficción pudiera un día ser realidad.

    Te abrazo bajo la noche de esta melodía

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  21. Iba mirando, sin orden, sin limites, con anhelo, con emoción, el blog, y concretamente ese momento azul, para ver si había carta tuya, hasta que sentí ese cosquilleo que sucede cada vez que el número cambia.
    Y aquí estoy, de nuevo junto a ti, porque, no te rías mucho pero casi que mis labios susurran cada palabra que escribo, como si hablara, como si la carta se transformase en diálogo.
    Te escribo entre las tantas cosas que pugnan por querer ser escritas y el tiempo que empuja las manecillas del reloj y mis prisas porque te llegue pronto esta carta.
    Antes que se me olvide tienes mi correo en mi perfil, por si quieres escribirme a el, sea donde sea te seguiré escribiendo, como si cada línea fuera en si los trazos de este camino que recorremos.
    Sí, mi sofá es azul, mi casa es una mezcla de azules y blancos, apenas llevo un año en ella, apenas hace un año que inicié mi nueva vida lejos de la que fue desde la niñez mi hogar, la casa rural de mis abuelos. Antes viví en un piso de un pequeño pasaje, que daba a la casa de Picasso, y que mi bisabuela María conoció. De ahí pasamos a la que llamé la pequeña Asturias, un bosque en plena Málaga, posteriormente transformado en lo que hoy es el Jardín Botánico, pero que antes de que las garras municipales se posaran allí viví innumerables aventuras en su palacio renacentista en ruinas y un bosque natural antes de ser ajardinado. Ante semejante escenario mi vida era colmada de tal forma que no tenía necesidad de buscar a nadie, pero no te aburro con mi infancia :) aunque si que me hizo ser un barco sin rumbo, un niño en mundo de adultos al que no me quedaba mas remedio que adaptarme para vivir. Actualmente trabajo como procurador en el mundo judicial en una jornada que va desde las 8 hasta las 5 o mas, luego marcho a casa de mis padres y miro que todo marche bien, si necesitan algo etc, luego me paso por el centro de acnur y regreso a casa deseando haya carta tuya. Es la noche cuando hallo ese momento o espacio de libertad, de música, de inspiración, de, desde hace ya días, de estar contigo.

    Un.. beso

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  22. Si, lo voy pidiendo cada noche que cierro el día y duermo pensando en todo esto, hasta que te apoderaste de mis sueños, en ti.
    Que este camino no se acabe, que ese café nos espere, que aquella música nos envuelva, que el amor fluya, que este beso te llegue

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  23. Y te hallaré en el nada mas cerrar los ojos. Te abrazaré con la delicadeza de quien teme la fragilidad de los sueños, pero con la convicción de que en algun lugar tu existencia es real y este hechizo está sucediendo. Y rozaré, casi palparé la belleza de la sinceridad de tu beso, y lo conservaré hasta que al despertar te despierte con otro.
    ¿Me contarás como es un día tuyo, de ti? ¿Podré coger mañana tu mano y recorrer el camino contigo hasta la noche? Dulces sueños si es que ya duermes, te susurro al oído, un beso en silencio...

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  24. Querida Teresa, te escribo estas últimas líneas de un jueves desaparecido ya hace algunos minutos.
    En realidad las iba escribiendo en mi mente mientras buscaba un cd en la estantería, mientras me preparaba algo de cena ¿te gusta la comida italiana?, te iba escribiendo mientras miraba la casa, no reparé en su calor hasta que tu presencia la llenó, un calor humano, bello diría aunque suene cursi, romántico, pero ¿cómo? ¿de donde surge, aparece? ¿qué fuerza que escapa a mi conocimiento genera tal sentimiento que de la nada transforma mis días? Me asomé a la terraza, sobre un lienzo negro la luna pugna por estar llena, en pocos días pienso, tal vez el dieciséis, pronuncio tu nombre, es increible, un solo nombre alberga el ser que abarca el tiempo, pero eres mucho mas que un nombre, la realidad en cuerpo de mujer, eres nube que penetra hasta el alma, que la noche cobija y los primeros rayos de sol visten de formas diversas. ¿Y que mas da la forma que tengas? Para mi eres París, Toscana, Mediterráneo, Bach, palabras, tiempo, bosque, camino, azul, un beso, la luna.

    Te escribo antes de cerrar el día, la luz, los ojos, te escribo, te pienso, te

    beso

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  25. Querida Teresa, acabo de llegar, discúlpame tan pocas palabras que te escriba en estos momentos, pero es lo que llevaba dentro desde que terminé la jornada, lidié con un tráfico caótico y pugné por salir del bullicio del Mercadona, quería decirte hola, darte un fuerte abrazo y antes de abrir tu carta, que ya veo en mi correo, este beso con tu permiso, que dure hasta el próximo que te daré una vez me ubique en casa y lea con la emotividad que envuelve ese momento, tu carta. Te beso

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  26. De acuerdo, tendré que quitarle el polvo, porque no lo uso desde el s.XX :) pero me encanta el deseo, y es increible lo de la estrella fugáz, ya verás cuando leas la carta porque lo digo. Leí tu comentario después de enviarla y tanta coincidencia casi asusta :)

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  27. Por un momento me olvidaré de las palabras, y este espacio en blanco tan solo lo ocupará este beso

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  28. Nunca un espacio, un tiempo, me pareció tan vacío,

    un beso rompe el silencio

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  29. Llega la noche, su nave surca el sueño hacia una acuarela libre, de fugaces destellos, azules, ámbarinos, que amanece, y en el horizonte una única persona, solo tú, presente interminable de mi universo.
    Un beso

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  30. No sé si el sonido se puede escribir, pero voy a intentarlo...

    http://www.youtube.com/watch?v=Zj-NAESu4TE&feature=related

    un beso

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  31. Sobrevuela el tiempo el bosque dormido, un camino lo observa en silencio en noche de luna llena, hasta la niebla que cada amenecer va desvelando tu belleza.

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  32. Me concedió el día este deseo, de que nadie hubiera alrededor, de que esta ventana pudiera abrirla, de que el tiempo se detuviera lo justo para escribirte, y no hallo las palabras.
    Pero sé que quieren salir, sé que quieren ser escritas para ti, y no reparo en el orden, ni en si serán muchas o escasas, en realidad es este momento en si, tu presencia, lo mas hermoso.

    Un beso azul

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  33. Eres luz, y me alegro de decirlo a tiempo, sin necesidad de exclamar en francés.
    Luz radiante, que llevas en los ojos el mas bello despertar a ti misma.

    Un abrazo fuerte

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  34. El diecisiete sí que es un bellísimo momento cada día.

    Otro fuerte abrazo

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  35. Comprobé al amanecer, antes de salir, si habían reparado la línea pero me fui con el desánimo de que aun no. Aquí me hallo, desde el trabajo aprovechando que aun no llegó nadie para asomarme aquí y ver con alegría que un nuevo texto tuyo está publicado.
    Desde aquí esta es la única forma que tengo de escribirte, y la incomodidad de no contar con apenas tiempo para leerlo, por lo que espero esté ya solucionado todo cuando llegue a casa.

    Aunque pienso que lo sucedido no es sino que el miedo comenzó a tener miedo y eso es buena señal :)

    Mientras la tinta tendía renglones y renglones sobre el papel de carta que ojalá hoy pueda finalmente salir hacia su destino.

    Un abrazo azul

    *Acaba de caer sobre el teclado una hoja verde que se coló por la ventana. El otño y su color ocre ya pasó, será la primavera?

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  36. Hallo otro momento perdido que la jornada debió olvidar en su frenético ritmo y me permite este resquicio por el que escribirte. Sigo sin tener acceso desde casa y suspiro porque al llegar a ella esté resuelto el problema. Con tu permiso copiaré tus dos textos para leerlos lejos de la intranquilidad del trabajo y ojalá pueda por fin escribirte.
    Cuanta profundidad, allá donde llega el eco de la verdad, tiene tu relato, como va a cada frase resquebrajando el silencio de quien solo puede asentir, preso de su cobardía y egoismo,como desgarra cada pregunta el velo con el que cubría los vacíos y las ausencias que nunca supo hacer frente. Un grito de paciencia ya vencida, un relato maravilloso desde la primera hasta la última palabra.

    Un abrazo azul cielo

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  37. ¿Preparada para volar?

    Como dos aristogatos tomamos carrerilla desde la rampa de algún tejado y por arte de magia aterrizamos sobre otro de.... París!
    La música de Debussy suena nocturna y la voz de Mallarmé recita su poema a Poe bajo la luz de una farola. La niebla cubre a la Maga cruzando el pont du quai en el cementerio de Montparnasse, y... Montmartre... el barrio de calles adoquinadas con un pequeño surco central para conducir la lluvia leve de París tan agradable para pasear. Sus cuestas, sus escalinatas que surgen en cualquier rincón, las barandillas y las farolas... las farolas que tienen hasta una luz distinta.
    Cuando caminas por el barrio te das cuenta de que cada rincón esconde una leyenda. La Rue Saint Vincent en confluencia con la Rue de Saules, el pequeño viñedo de Montmartre en medio de todo aquello, y hallamos un banco entre la niebla nocturna donde poder descansar de tanta belleza. Y estes donde estes, en cualquier rincón de Momtmartre siempre verás al gran "merengue" del Sacre Coeur. París desde lo alto del Sacre Coeur, o desde la cercana Rue del Chevalier de Barre parece un sueño que se abre colina abajo... Y la figura del Chevalier, su leyenda, la de un chico que fue torturado por no quitarse la gorra al paso de una de las procesiones del barrio... Y así cientos de leyendas ocultas entre los árboles y parques, entre las calles repletas de muros de contención y balcones verdes, hasta llegar a las puertas de Pere la Chaise, y tras atravesarlas detenernos junto al lugar donde el tiempo se detuvo con Proust. Allí te escucho leerlo, y era una sensación mágica, cuando empezó a sonar Yann Tiersen.

    El viaje continuará..

    Un beso azul

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  38. Amaneció el día convertido en una orquesta de aromas, de un lado los instrumentos de viento con los aromas que dejan los árboles tras la lluvia caída, de otro los de cuerda tensaban al calor las tostadas emitiendo olor a pan, y los de percusión se turnaban entre las campanillas del microondas con su danza del café y el redoble de las naranjas al exprimirse.
    Luego del concierto las prisas por salir para el trabajo, y al salir a la calle un día con sabor a primavera.

    Un beso azul

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  39. Pasé cerca, durante uno de los trayectos de trabajo por el centro, de mi librería y al preguntar me vi entre dos tiempos, el perdido y el recobrado, uno en libro y otro en película, y ambos de Proust. No podía recuperar un tiempo si antes no lo había perdido así que pedí los dos y mañana me pasaría con, mas tiempo :), a por ellos.

    Me tiene intrigado Proust, un beso azul

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  40. Me hallaba junto al cristal, empañado por el vaho, del balcón. Suelo dibujar sobre el vaho, imágenes de corta vida pues al poco tiempo siempre terminan desapareciendo, evaporándose. Recuerdo que de pequeño mi abuelo me decía voy a llevarte al mar, y me hacía cerrar los ojos y al abrirlos veía como parecía que soplara el levante sobre una playa. Era un truco que con el ventilador puesto las ~~~ olas parecían desplazarse por el cristal. Me sucede con el libro que las imagenes no desaparecen, sino que me trasladan a mi al interior del libro. Y como todo lo que sucede en el camino nada es truco, sino magia.

    Voy a seguir leyéndolo, un beso azul

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  41. Sin buscar preguntas me encontré con respuestas, tan bellas que lo que busqué fue su procedencia. Pero ahora, ya sin respuestas, solo me hago preguntas, sin entender nada.

    Sin entender nada, deseo que estés bien.

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  42. Desde la terraza se asoma la noche, mientras un avión parece un lápiz trazando un renglón sobre la luna, el último de su cuaderno de viaje.
    Lo veo descender hasta detenerse en el final del relato.
    Y entonces todas las palabras comienzan a salir de su interior.
    Son las 00:03 Un abrazo azul (tres palabras)

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  43. Hoy la luz del sol sobre las cosas, escucho música y de entre las sombras parecen asomar los colores de la primavera.
    Un abrazo azul

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  44. Mi primera reacción fue un gesto de alegría al volver a saber de ti, luego por un momento se torna triste ante tu silencio, y quería escribir pero no hallaba las palabras, hasta que recordé este rincón mientras llegan.
    Es 17, un abrazo azul

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  45. Deseo que estés bien, un abrazo

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  46. Hoy estuve junto a flores azules, detenido en el tiempo conmigo mismo, ante el miedo a no saber que decir.

    Un abrazo azul

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  47. Anoche escuché junto al mar un piano, tocar la obertura final de Tannhauser, y todos los elementos de la noche parecieron confabularse en un mismo momento, tal vez soñado o tal vez vivo en algun lugar del tiempo.
    Quien sabe si de este verano. Un beso

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  48. Cada vez que abría la ventana que da a este blog, me hacía sonreir, sin simulación alguna, la felicidad

    tenues luces de septiembre

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  49. Traza sobre la hoja el otoño las líneas ya desdibujadas que conduce al invierno, al lugar donde nació la melodía azul

    Un beso

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  50. Esta noche hay luna llena, y me doy cuenta de que nunca dejé de observarla como cuando tenía diez años, me sigue asombrando la magia

    azul

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  51. Ha pasado un año y es curioso pero aunque vaya hacia atrás en el tiempo, viajo hacia adelante ya que vengo del otoño y me encuentro con el invierno. Un invierno que al llegar se encuentra un paisaje que me es familiar, un mundo ciego que hace oídos sordos al sonido del compromiso, de la indignación, de los momentos perdidos.

    Un beso azul de seis segundos

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