"Sé que ese azul radiante que lleváis en los ojos
es un cielo pequeño con un oro dormido" Vicente Aleixandre

lunes, 6 de febrero de 2012

VUELO INVERSO
   El globo rojo trataba de esquivar aquella multitud sobre la acera. Justo al otro lado, Marta, que lo había dejado escapar, lo miraba embobada, pensando que seguramente no llegaría muy lejos. Un niño lo cogió y quiso quedárselo. Entonces ella tuvo que acercarse y explicarle con mesura que debía soltarlo, que estaba viendo dónde llegaba y así no podría. El niño la miró durante un instante, sonrió,  y lo soltó levantando la vista hacia el cielo. Vieron cómo llegaba a las copas de los árboles, y más allá; vieron cómo llegaba a los balcones, y más allá; vieron cómo llegaba a los tejados, y más allá; vieron cómo coloreaba el cielo, intensamente azul ese día, y más allá; vieron cómo llegaba al sol, y más allá; lo vieron volver hacia abajo en vuelo único y posarse nuevamente sobre la mano de Marta. Ella, en ese momento, que ya cerraba los ojos, anticipándose a la cordura, respiró profundamente y caminó.

13 comentarios:

  1. ¡Qué bonita la complicidad de esos dos niños! Me gusta mucho que el globo haya regresado a las manos de Marta, ésas mismas que le brindaron la libertad por unos instantes.

    Besotes.

    ResponderEliminar
  2. Dicen que todo lo que sube baja y que todo lo que va, vuelve... Besos.

    ResponderEliminar
  3. Con que delicadeza van las palabras transformándose en miradas, en brisa que se desliza por el silencio que contiene el vuelo, su belleza, trazando un camino de ensueño.
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. A eso jugaba yo de pequeña, solo que mis globos tampoco volvían, muy bonita tu historia

    bessos

    ResponderEliminar
  5. Lo que dejas libre y vuelve a ti siempre te ha pertenecido

    ResponderEliminar
  6. Sencillo pero tierno. Comparto los comentarios de arriba diciendo que también jugaba a ver a donde llegaba. Tenía la idea de que llegaban a la luna. Me ha gustado tu historia.

    ResponderEliminar
  7. Luchando contra todo pronóstico, incluso con la ley de la gravedad para volver a las manos que le habían dado la libertad.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Al final nuestro globo aventurero regresó a su hogar.

      ;)

      Eliminar
  8. Por un momento he creído que todo estaba en su imaginación...

    ResponderEliminar
  9. Me ha parecido una historia preciosa, con una redacción suave que te mete de lleno en el experimento de Marta. Me ha parecido genial que vuelva... Mis globos siempre se marchaban, pero curiosamente llegaban al sol y nunca explotaban. Lo cierto es que jamás vi caer un globo desinflado...
    Un beso!

    ResponderEliminar
  10. Me parece curioso el comentario de María Sur, porque es justamente lo que yo iba a comentar, palabra por palabra. Qué curioso...

    ResponderEliminar
  11. Muy tierno. Sin duda la inocencia de los niños.

    Un abrazo

    www.utopiadesueños.com.es

    ResponderEliminar
  12. Este relato respira magia en cada palabra. Me encanta que el globo vuelva después de hacer su particular viaje. A todos de niños nos hubiera encantado eso... Quizá volvió porque no se escapó sino que ella lo había dejado marchar...

    Besines de todos los sabores y abrazos de todos los colores.

    ResponderEliminar